Aquí me pongo a cantar
Al compas de la vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria
Como la ave solitaria
Con el cantar se consuela.
Pido a los santos del cielo
Que me ayuden mi pensamiento
Le pido en este momento
Que voy a cantar mi historia,
Me refresquen la memoria
Y aclaren mi entendimiento.
Vengan santos milagrosos,
Vengan todos en mi ayuda,
Que la lengua se me añuda
Y se me turba la vista;
Pido a mí dios que me asista
En una ocasión tan ruda.
Y he visto muchos cantores,
Con famas bien obtenidas,
Y que después que alquiridas
No las quieren sustentar;
Parece que sin largar
Se casaron en partidas.
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